Por Jesús Valencia
Farías
02 de Enero del 2012
Los Reyes de Salgado.-
Los jornaleros agrícolas de Chiapas, Guerrero y Oaxaca que vienen para el
temporal de zafra en la región, no solo no se integran fácilmente a la sociedad
de este valle, sino que incluso, les es
difícil integrarse entre ellos, por la diversidad lingüística, cultural y
religiosa que portan consigo.
De acuerdo a
entrevistas de Cambio de Michoacán a esposas de jornaleros en el albergue El
Roque de la colonia Purémbe de este municipio, las mujeres indicaron que en el
albergue están divididos por secciones; por un lado está la gente de Chiapas,
por otro las familias de Ostotipan, Guerrero y finalmente en otra sección, familias de San Juan Totolzintla, comunidad de
Guerrero, también.
Las entrevistadas en el
albergue El Roque, manifestaron que las
familias están divididas de esa manera porque la gente de Guerrero que en su
mayoría habla náhuatl y no se comunica con los de Chiapas que habla en otra
lengua.
Además entre las
familias de Ostotipan y Totolzintla en este mismo albergue, tampoco hay mucha
comunicación, porque tienen creencias religiosas diferentes; las primeras son
familias católicas, pero las segundas pertenecen a la Iglesia Apostólica en su
comunidad de Guerrero, quienes añadieron
que aquí también asisten a misas de su religión, en una Iglesia que hay en la
colonia Santa Rosa de esta ciudad.
Por su parte el señor
cura de la Parroquia principal de Los Reyes, Manuel Méndez Evaristo, señaló que
la falta de integración de estas familias, se trata de una cuestión meramente migratoria,
porque estas familias son de trabajadores temporales, que vienen justo para la
zafra. Pero considero que la mayor parte de ellos son católicos.
Explicó que muchos ya
pertenecen a sectas religiosas en sus comunidades de origen, pero algo que
tienen en común es que son personas muy religiosas, sin importar la religión que
practiquen.
Agregó que en su
Parroquia, en los tres años que tiene
como párroco, ha atendido a decenas de
ellos, que se han acercado para
solicitar bautizos, confirmaciones, y casamientos.
Dijo que la iglesia en
su estructura territorial es como si fuera un municipio, y él no puede ir a los
albergues para atender a las personas que llegan, porque están fuera del
territorio católico parroquial que controla la iglesia a su cargo.
Mencionó que es un
asunto que ni siquiera han tocado como iglesia católica, porque las familias jornaleras son de
personas que vienen temporalmente y no se insertan en la vida social de Los
Reyes y sus comunidades, “viven para sí mismos, consigo mismos y su cultura,
trabajan y se retiran, son prácticamente como “extraterrestres” que llegan y se
van, sin decir adiós”.
Comentó que se les han
mandado cobijas, despensas y lo que hay en sus manos, para hacer caridad con
ellos, pero destacó que es un hecho que no se puede hacer una actividad
religiosa, sin el consentimiento del párroco de la Iglesia de la colonia Santa
Rosa, al que le corresponderían los territorios donde se encuentran varios de
estos albergues.
Apuntó que muchas de
estas personas de Guerrero, Chiapas y Oaxaca, vienen a la Parroquia de Los Santos Reyes con
regularidad y también van a la iglesia de la comunidad de Los Limones. “Por
instrucciones precisas de mías, se les atiende con una mayor calidad de trato
que a cualquier otra persona, por dos razones, porque son indígenas muy pobres
y también personas temporales”.
Por otro lado, en
entrevistas informales para este medio informativo con algunas muchachas y
muchachos de familias jornaleras que se encontraban en el alberque El Roque por
la mañana, las muchachas comentaron que ellas decidían quedarse en el albergue
para ayudar a sus madres en las labores domésticas, y un par de muchachos estaban
de visita a sus familias, después de haberse ido a Guadalajara a estudiar y
trabajar, porque no les gusto trabajar
en el corte de caña.
Cabe destacar que de
entre las muchachas de familias de San Juan Totolzintla, Guerrero, algunas de
ellas dijeron que ni siquiera nacieron en Guerrero, porque sus familias
trabajaron durante 14 años en Nayarit, hasta el año pasado, por lo que les toco nacer
y crecer en ese Estado y visitaban muy poco Guerrero, hasta llegar a Michoacán.
Finalmente los adolescentes hijos e hijas de jornaleros, sostuvieron que les gusta más vivir en Los Reyes que en Nayarit y Guerrero, porque ven que hay más progreso, ya que incluso pueden optar por trabajar en la pizca de zarzamora o irse a Morelia o Guadalajara a trabajar y estudiar, pero a la vez, también perciben que hay una mayor atención institucional hacia ellos en esta tierra.
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