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miércoles, 2 de enero de 2013

Diversidad lingüística y religiosa, obstaculiza la integración mutua y social de familias de jornaleros del sur del país que llegan a Los Reyes


Por Jesús Valencia Farías
02 de Enero del 2012
Los Reyes de Salgado.- Los jornaleros agrícolas de Chiapas, Guerrero y Oaxaca que vienen para el temporal de zafra en la región, no solo no se integran fácilmente a la sociedad de este valle, sino que incluso,  les es difícil integrarse entre ellos, por la diversidad lingüística, cultural y religiosa que portan consigo.

De acuerdo a entrevistas de Cambio de Michoacán a esposas de jornaleros en el albergue El Roque de la colonia Purémbe de este municipio, las mujeres indicaron que en el albergue están divididos por secciones; por un lado está la gente de Chiapas, por otro las familias de Ostotipan, Guerrero y finalmente en otra sección,  familias de San Juan Totolzintla, comunidad de Guerrero, también.

Las entrevistadas en el albergue El Roque,  manifestaron que las familias están divididas de esa manera porque la gente de Guerrero que en su mayoría habla náhuatl y no se comunica con los de Chiapas que habla en otra lengua.

Además entre las familias de Ostotipan y Totolzintla en este mismo albergue, tampoco hay mucha comunicación, porque tienen creencias religiosas diferentes; las primeras son familias católicas, pero las segundas pertenecen a la Iglesia Apostólica en su comunidad de Guerrero,  quienes añadieron que aquí también asisten a misas de su religión, en una Iglesia que hay en la colonia Santa Rosa de esta ciudad.

Por su parte el señor cura de la Parroquia principal de Los Reyes, Manuel Méndez Evaristo, señaló que la falta de integración de estas familias,  se trata de una cuestión meramente migratoria, porque estas familias son de trabajadores temporales, que vienen justo para la zafra. Pero considero que la mayor parte de ellos son católicos.

Explicó que muchos ya pertenecen a sectas religiosas en sus comunidades de origen, pero algo que tienen en común es que son personas muy religiosas, sin importar la religión que practiquen.

Agregó que en su Parroquia,  en los tres años que tiene como párroco,  ha atendido a decenas de ellos,  que se han acercado para solicitar bautizos, confirmaciones, y casamientos.

Dijo que la iglesia en su estructura territorial es como si fuera un municipio, y él no puede ir a los albergues para atender a las personas que llegan, porque están fuera del territorio católico parroquial que controla la iglesia a su cargo.

Mencionó que es un asunto que ni siquiera han tocado como iglesia católica,  porque las familias jornaleras son de personas que vienen temporalmente y no se insertan en la vida social de Los Reyes y sus comunidades, “viven para sí mismos, consigo mismos y su cultura, trabajan y se retiran, son prácticamente como “extraterrestres” que llegan y se van,  sin decir adiós”.

Comentó que se les han mandado cobijas, despensas y lo que hay en sus manos, para hacer caridad con ellos, pero destacó que es un hecho que no se puede hacer una actividad religiosa, sin el consentimiento del párroco de la Iglesia de la colonia Santa Rosa, al que le corresponderían los territorios donde se encuentran varios de estos  albergues.

Apuntó que muchas de estas personas de Guerrero, Chiapas y Oaxaca,  vienen a la Parroquia de Los Santos Reyes con regularidad y también van a la iglesia de la comunidad de Los Limones. “Por instrucciones precisas de mías, se les atiende con una mayor calidad de trato que a cualquier otra persona, por dos razones, porque son indígenas muy pobres y también personas temporales”.

Por otro lado, en entrevistas informales para este medio informativo con algunas muchachas y muchachos de familias jornaleras que se encontraban en el alberque El Roque por la mañana, las muchachas comentaron que ellas decidían quedarse en el albergue para ayudar a sus madres en las labores domésticas, y un par de muchachos estaban de visita a sus familias, después de haberse ido a Guadalajara a estudiar y trabajar,  porque no les gusto trabajar en el corte de caña.

Cabe destacar que de entre las muchachas de familias de San Juan Totolzintla, Guerrero, algunas de ellas dijeron que ni siquiera nacieron en Guerrero, porque sus familias trabajaron durante 14 años en Nayarit,  hasta el año pasado, por lo que les toco nacer y crecer en ese Estado y visitaban muy poco Guerrero, hasta llegar a Michoacán.

Finalmente los adolescentes  hijos e hijas de jornaleros, sostuvieron que les gusta más vivir en Los Reyes que en Nayarit y Guerrero, porque ven que hay más progreso,  ya que incluso pueden optar por trabajar en la pizca de zarzamora o irse a Morelia o Guadalajara a trabajar y estudiar,  pero a la vez, también perciben que hay una mayor atención institucional hacia ellos en esta tierra.











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