Por Jesús Valencia
Farías
08 de Septiembre del
2014
Morelia.- Una mujer gritando sueltamente !abolición¡ abolición¡ con bocinas y micrófono en mano en la explanada Benito Juárez a un lado de la Catedral moreliana en una noche domiguera y turística, mientras un drone fotografiaba desde el cielo la imagen de una chica vestida de negro postrada en el piso, boca abajo, realizando un performance, simulando estar muerta, en medio de la figura de un toro que se formaba con veladoras que la gente que se acercaba a ver enseguida iba poniendo.
Desde el Portal Hidalgo
se veía que la gente se concentraba, muchos traían a sus perros, diminutos chihuahueños
y un enorme gran danés llamaban la atención. Había mantas y carteles en los que
se podía leer “Mírame, ningún ser vivo nace con el propósito de ser torturado,
basta de violencia, no lo permitas” o “Ni arte, ni cultura, eso es tortura”. A
unos escasos metros se escuchaban las payasadas de los payasos que regularmente
se presentan por ahí. De pronto la concentración de personas ya era mayor que
donde estaban viendo y escuchando tonterías, eran alrededor de 100 gentes, más
los que llegaban y se iban.
La mayoría eran
activistas, miembros de organizaciones protectoras de animales que invitaban
públicamente a que los michoacanos vayan a firmar en un módulo que estará en la
calle de 20 de noviembre 206, que permanecerá abierto de 9 de la mañana a 21:00
horas durante los próximos 10 días para así poder juntar 20 mil firmas para que
la aprobación del dictamen en el que se aprobaron como Patrimonio Cultural
Inmaterial de Michoacán la charrería y la fiesta de toros sea vetado. Esto
después de que se reunieran con el gobernador Salvador Jara y acordaran que
demostrarían en los hechos que los morelianos y michoacanos están en contra de esa
decisión legislativa. La mujer con micrófono en mano enjundiosa seguía gritando
pero ahora los nombres de los diputados que aprobaron dicha Ley.
Una señora que iba
pasando con su marido y se acercaron también a poner una vela opino que como
puede ser posible que la tortura y sacrificio de un toro sea un espectáculo,
una fiesta que la gente aplaude, se mostró triste por esa decisión de los
legisladores. Al igual una pareja de catalanes dijeron que en su entidad en la
Península Ibérica sus paisanos repudian tajántente las corridas de toros y
están prohibidas desde el 2012, explicaron que muchos catalanes llevan el logo
de un burro en la parte trasera de su auto con el que resaltan su identidad, ya
que hay una tradicional carrera de burros lo que hace ese animal emblemático
para ellos a diferencia del sacrificio de toros, de la sangrienta y cruel “Fiesta Nacional”
española, sin embargo una chica colombiana que visita esta capital para bailar
danza folclórica dijo que en Bogota acaba de regresar la tauromaquia o “Fiesta
Brava” por el “derecho a la libre expresión artística”, no obstante ella no
está de acuerdo.
Flou un chico francés
con el que vivo también comento que solo en la localidad francesa situada en el suroeste país llamada
Bayona se permiten las corridas de toros, pero la mayoría de los franceses
aborrecen eso.
El mitin termino casi a las 21:30, la gente se retiraba, pero otros sobre todo niños se quedaban un poco más para tomarse fotos con el noble y gigante perro gran danés que muchos acariciaban, los turistas paseaban por el centro histórico, comenzó a llover poquito pero se quitó, los payasos también se habían ido, las luces por doquier que iluminaban los coloniales edificios eran fascinantes, el brillo de los semáforos en rojo y verde se reflejaban en los suelos mojados.
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